Juego de niños, adolescentes y adultos, práctica condenable, sucedáneo placentero, variante de los tiempos de crisis, fantasía privada, desahogo automático, ejercicio frecuente y extendido, al fin y al cabo “Masturbación”.
Definición:
Pero es el aspecto de la privacidad –entendida así como acto solitario- la que determina e interesa en la masturbación. La realización en grupo, como añadido en las relaciones sexuales, la masturbación mutua, la realizada entre senos o con utilización de los más variados complementos; el mal llamado coito perineal* , son ejercicios dirigidos y entendidos las más de las veces como sucedáneos de la verdadera relación sexual: el coito. Olvidamos quizá que el espectro del sexo es mucho más amplio, y el coito -ya vaginal, ya anal- no deja de ser una variación más.
Un noventa por ciento de varones y un sesenta por ciento de mujeres se han masturbado alcanzando el orgasmo al menos una vez en su vida. La curva estadística desciende en el caso masculino alcanzado los treinta y seis años, mientras en el femenino asciende abruptamente.
La masturbación a lo largo de la historia
El origen de la palabra masturbación es incierto y los especialistas aún no se han puesto de acuerdo. Algunos hacen derivar la voz masturbación de una palabra compuesta por raíces griegas y latinas: μεζεα mezea, que significa “pene” y turba, “alteración”, “perturbación”, “excitación”. Con lo que masturbación significaría “excitar el pene” (¿qué palabra habría que utilizar para designar a la masturbación femenina?). Otros señalan que procede exclusivamente del latín: manus stuprare (violar con la mano) o manus turbare (excitar con la mano). Como no hay acuerdo entre los lingüistas, puede seleccionarse cualquiera de los dos orígenes. Habitualmente se prefiere manus stuprare, porque históricamente se ha considerado sucio masturbarse. Pero es mejor seleccionar manus turbare, porque resulta un origen de la palabra más ecléctico: indica en qué consiste el acto, y no prejuzga ni el sexo de quien lo practica, ni si la actividad a la que se refiere es buena o mala.
Aunque Kinsey atribuye la posibilidad de reacciones orgásmicas provocadas por manipulación incluso en individuos de pocos meses. Desde tiempo inmemorial, por supuesto y con dudables referencias en nuestros parientes naturales más próximos, la masturbación ha estado presente en nuestra historia.
Emilio de Rossignoli nos proporciona una curiosa leyenda que fija los orígenes del vampirismo en relación directa con la masturbación. Antes de la creación de Eva, Adán se encontraba, lógicamente, solo. Mientras duerme, el deseo inconsciente provocará su erección y el orgasmo consiguiente. De la descarga seminal surgirá el primer vampiro: «De este desesperado deseo de existir nacía la primera forma vampírica». Y a las poluciones frustradas atribuye la tradición popular el germen del vampirismo.
Los griegos le dieron su origen en el deforme Príapo, hijo de Dionisos y Afrodita, el exceso y el amor en una noche loca del Olimpo, el dios gozaba de un descomunal pene, con tales dimensiones que le era imposible encontrar un complemento que lo admitiese. Por ello, Príapo recorría los campos masturbándose, y el semen descargado de su enorme miembro engendraba la tierra. Falos de piedra eran colocados en las lindes de los terrenos de cultivo en homenaje a este desesperado dios que se empeñaba en violar a las ninfas vírgenes, inconsciente de su empresa imposible. Grecia y Roma admitían la masturbación, y la entendían como práctica favorable y sana, pues hicieron a los dioses a su imagen y semejanza.
Pero aquellas culturas en las cuales el hombre es un reflejo de Dios, se opondrían rotundamente a esta práctica. 
Para el judeocristianismo, la cuestión es simple: el derroche del semen ha de ser castigado. Así, cuando Onán tomó a la mujer de su hermano por disposición divina, consciente de que los hijos no habrían de ser considerados suyos, derramaba el semen a tierra durante el coito (Génesis, 38, 1, 11). Por tanto, a pesar de la confusión, onanismo, no ha de ser tomado como sinónimo de masturbación, sino de coitus interruptus.
Por supuesto, El pecado por el que fue castigado Onán no tuvo nada que ver con el sexo, sino con la codicia. [La ley del levirato le exigía dar descendencia a su hermano en su viuda para que ésta no quedara desamparada (las viudas sin hijos se devolvían a su familia) al administrar los bienes que ellos heredarían del abuelo]. Él no quería dar descendencia a su hermano para quedarse con toda la herencia de su padre. Por lo que Dios le hizo quitar la vida en pago a su pecado.
A principios del siglo XVIII, los médicos pregonaban que la descarga de semen sin el fin de la procreación por medio, era causa de debilidad, origen de tuberculosis, ceguera o neurosis... esta postura ya apareció tímidamente en tiempos clásicos. Pero fue una publicación inglesa anónima (El Onanismo o el horrible pecado de la polución por uno mismo era su terrorífico y equivocado título) la que vinculó definitivamente la práctica masturbatoria con consecuencias fatales: locura, enfermedades mentales, genéticas. Simón A. Tissot, conocido médico suizo, avaló la tesis en 1758. Él, calvinista de pro, desarrolló la consideración de la masturbación como depravación física y mental, perversidad y vicio, que mantuvo su vigencia hasta bien entrado el siglo XX. Se crearon instrumentos para imposibilitarla: cinturones metálicos, aros con pinchos que actuaban contra la erección, o se conectaban a campanillas que avisaban de ésta, procedimientos quirúrgicos como la cauterización de los genitales, la castración o la extirpación del clítoris, o los cilicios y las peras vaginales, metálicas y con púas en su interior que se hacían paso a través de un tornillo y tuvieron gran éxito en la época inquisitorial contra brujas y jóvenes masturbantes. Todos estos instrumentos, así como el bromuro y el agua fría, fueron de gran ayuda en la lucha para conjurar esta degeneración. Por suerte, el tiempo y la ciencia fueron restando consecuencias perjudiciales a la masturbación.
Se considera la auto masturbación como eficaz práctica ante la soledad, y la heteromasturbación como actividad alentadora en las relaciones de pareja equilibradas. Pero cierto aire de complacencia y permisividad siguen girando en torno a la masturbación, aún se mantiene profundamente enraizada en el inconsciente popular la creencia religiosa y la terrible condena a Onán; pero queda entendida como recurso ante el aislamiento, como simple sucedáneo y última ratio permitida. Pero la masturbación es y será otra forma más del placer y el conocimiento corporal, una investigación en sí misma, un derroche imaginativo y sensual, gratuito, efectivo y llevadero -como pregonan estos tiempos de crisis.
En resumen, una práctica gratificante, no vedada, otro camino que como toda forma erótica y sexual persigue un fin siempre admirable y ansiable: el disfrute. * fricción del pene entre los muslos del efebo realizada por los maestros griegos. Se prohibía terminantemente la penetración. ** y no tan nuevos como los dildos griegos, falos de madera recubiertos de cuero utilizados en la antigüedad, o los cuatro carajos franceses enmangados de marfil que Fernando D’Esquío, poeta gallego, regaló a una abadesa, en el siglo XIV.
Beneficios de la masturbación
La masturbación puede:
Ayudar a aliviar el estrés
Liberar de la tensión sexual
Funcionar muy bien cuando una persona está teniendo problemas para dormir
Liberar hormonas que levantan el estado de ánimo y ayudan contra la depresión
Reducir las erecciones espontáneas que son embarazosas para los adolescentes
Reducir el número de los incómodos sueños húmedos
Y, lo mejor de todo, la masturbación, a diferencia de otras formas de juego sexual, no tiene ningún riesgo de embarazo o de infección de transmisión sexual.
Problemas de la masturbación
No hay una cantidad establecida, mensual, semanal o diaria que se considera demasiada masturbación. Algunos se masturban varias veces al día, mientras otros lo hacen dos veces al mes. Y también hay personas que no se masturban. Cada uno es diferente.
La masturbación sólo se vuelve un problema si empieza a interferir demasiado con el resto de la vida personal. Si una persona deja de ir a la escuela o al trabajo por quedarse en casa para masturbarse, entonces se ha convertido en un problema. Así que tranquilo, si ese no es el caso, no hay necesidad de preocuparse.
La Sexología Moderna
La Sexología moderna no afirma que hay que masturbarse de manera obligada ni que el que no lo hace es un reprimido. Pero también es cierto que se debiera aceptar que, aquel que lo desee, por insatisfacción, necesidad o alternativa, pueda masturbarse sin culpa, censura, castigos ni temores.
LIBRO : TECNICAS DE MASTURBACION PARA HOMBRES
Mark Emme
Esta obra contiene tres partes bien definidas:
- un primer conjunto de ejercicios que conciernen exclusivamente a la erección;
- un segundo grupo de ejercicios referidos a la masturbación;
- una última parte, variada, en forma de tests y de controles, que gira alrededor de la eyaculación.
La puesta en práctica de estos ejercicios debe hacerse en completa desnudez y tranquilidad, sin presiones, sin aprensiones ni prejuicios, otorgándole su tiempo.
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- Cela, Camilo José: Enciclopedia del erotismo. Barcelona: Destino, 1990
- Wikipedia
-Teenwire : http://www.teenwire.com
Texto: Alfonso Salazar, wikipedia, DiferenteZ
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