Otra Oportunidad

Es viernes, es fin de semana y ahora qué? A quien le hablamos para ir a chelear? , echar un poco de desmadre, desestresarnos , bueno pues estando cerca de Zona Rosa , lo primero que se me ocurrió fue ir por las revistas antreras que regalan, para checar que hay de nuevo después de la marcha, ¿qué lugares nuevos se inauguraron o reinauguraron?, en fin fui a buscar un tip para saber qué hacer.

Entonces pasando por la glorieta de los insurgentes , a distancia veo que había un letrero que decía “AHF INMUNIDAD GLOBAL “ y que además portaba el logotipo de “CENSIDA”, había mucha gente formada, otros estaban escuchando una plática, me acerqué a preguntar qué estaba pasando y pues resulta que estaban dando una plática sobre el porqué hacerse la prueba de detección del VIH, sobre el periodo ventana, blablabla. Cuando llegue estaban casi terminando la plática, posteriormente los consejeros empezaron a repartir unas hojas que contenían un cuestionario y que además era la solicitud para realizarse voluntaria y gratuitamente la prueba rápida de detección de anticuerpos de VIH.

Ya hacía rato que tenía la inquietud de hacerme nuevamente la prueba, lo primero que hice antes de pedir mi solicitud fue mirar hacia mi alrededor para checar si había algún conocido, pero, no vi a nadie, entonces pues dije es ahora o nunca, entonces pedí mi hoja, empecé a llenar el cuestionario y al mismo tiempo hice un recuento de mis últimas experiencias furtivas, ya saben te preguntan hace cuanto tiempo tuviste tu última relación de riesgo , con quién? , Fecha exacta, como fue?, etc.

Después de entregar mi cuestionario , me dieron un papelito con un número , fui el # “220” , con ese papelito fui a formarme a la fila para esperar mi turno y hacerme la prueba rápida de sangre, así que me formé y estando en la fila el miedo y la incertidumbre me empezó a invadir, fue entonces cuando un amigo que también pasaba por ahí se acercó para ver si había alguien conocido, él ya tenía rato de ver la fila, pero también el miedo lo hacía titubear y bueno ya viéndome ahí no tuvo de otra más que a cercarse y darse el valor de participar en esta campaña.

En su rostro notaba el miedo , Jajaja, yo muy seguro le decía: hazte la prueba, no pasa nada, es mejor saber a tiempo como esta tu salud y si algo está mal pues que mejor saberlo a tiempo, ¡aja!, eso no sólo se lo decía a él, sino también me lo decía a mí mismo, pero ahora sí que mi machismo no me dejo mostrarle a este amigo que el pánico que él sentía yo también lo estaba sintiendo.

Total decidió acompañarme, tomo la pequeña platica y mientras, yo le aparte un lugar para que no se esperara tanto y le hicieran rápido la prueba, pero el miedo ahora se hizo acompañar de la pena, me preguntaba ¿qué pasaría si mi resultado fuera Positivo?, ¿Cómo lo tomaría mi amigo?, híjole creo que mejor me hubiera hecho la prueba solo, sin que nadie me viera y ¿ahora qué hago?, bueno ya estaba ahí, así que empecé a invocar a cuanto santo recordaba para que me hicieran el milagrito, entonces el tiempo empezó a pasar mucho más rápido y de repente ya estábamos los dos al frente de la fila justo para el pinchazo de dedo.

Habían tres personas muy amables que tomaban las muestras de sangre y la inyectaban a la sustancia reactiva , la señora que me realizo el examen fue muy cuidadosa, estaba muy bien capacitada , me pregunto si estaba nervioso y le dije que no , le dije que estaba todo bien que ya me había hecho la prueba tiempo antes , enfin, por dentro estaba que me deshacían los nervios, pero pues ya estaba hecho , ahora solo faltaba esperar 10 minutos a que terminara de hacer su efecto la muestra y saber el resultado.

Esos 10 minutos para mí se hicieron una hora, bueno también para mi amigo y como me veía tranquilo me preguntó si no sentía nervios o miedo por el resultado, así que para tranquilizarlo le dije la verdad : Si, yo también tengo miedo, el me pregunto ¿Por qué?, le conteste que por que al final de cuentas, uno sabe lo que ha hecho y que a veces la emoción gana a la razón y no es que no me cuidara antes o estuviera del tingo al tango, solo que hay veces que cuando piensas que ya encontraste al amor de tu vida, pues como que le quitas la llave a la puerta, pero después viene el remordimiento, la culpa y bueno lo hecho, hecho está y ahora hay que asumir con responsabilidad la consecuencia de nuestros actos.

Pasaron los 10 minutos de rigor e hicimos un poco más de tiempo así que regresamos al lugar de los hechos por nuestro resultado, la piel se me enchinó y el momento de la verdad llegó, fue entonces que el consejero empieza a decir su letanía :

Blablabla….. “Como sabrás esta prueba tiene dos resultados ( +) Reactivo o ( –) No Reactivo y en este caso tu resultado es ….

En ese momento pareciera que todo el mundo se congela , alguien le baja todo el volumen al murmullo de la ciudad, no escuchas nada, ni se mueve nada, más que la boca del consejero dándote tus resultados de repente… dice la palabra final

No Reactivo”

Entonces, el cerebro empieza a procesar la respuesta e instantes después ¡zoomm! todo se descongela , la gente empieza a moverse, suben el volumen y se vuelve a escuchar el ajetreo de siempre (la gente , los carros , el metro, etc.), ¡uff! Paso la tormenta, la verdad ya ni le puse mucha atención a lo demás que decía el consejero, entre ello que te invitaban a que siguieras cuidándote , enfin estaba feliz , pero ahora le tocaba a mi amigo , solo que a él si se la hicieron más cardiaca porque su resultado tardó un poco más y bueno afortunadamente su resultado también fue favorable.

Después de escuchar su resultado lo primero que hice fue darle un abrazo y felicitarlo, no solo por salir bien, sino porque en las buenas y en la malas hay que demostrarnos que no estamos solos y que siempre habrá un hombro en quien refugiarse y desahogarse, finalmente nos tomamos la foto del recuerdo y fuimos a chelear para celebrar este reencuentro con la vida.

Hoy es como empezar de cero y el destino me da otra oportunidad de seguir jugando en la ruleta de la vida, salvo que esta vez todo será muy diferente, es muy difícil estar del otro lado y no quiero pasar la misma angustia, los minutos de placer se habían convertido en meses de angustia y es cierto lo que decía un comercial de TV “Con Condón no se siente lo mismo





“si la emoción le gana a la razón, que no te falte la protección”

Y tú, ¿ya te hiciste la prueba?

… José Zitle

Carta a un Rehén

En todos los lugares y épocas del mundo hemos sido rehenes de fascistas que absolutizan nuestro modo de vivir, provocando que el ser humano viva sin conciencia ni pertenencia a la fraternidad que nos vincula con el prójimo.

Hoy en día, en la lucha por alcanzar la libertad de expresión y el derecho a obtener una identidad propia, vamos reflexionado sobre cómo nos reconocemos los unos en los otros a partir de nuestras vivencias, dándonos cuenta que más allá de nuestras diferencias ideales y sociales, poco a poco nos vamos convirtiendo en peregrinos y compañeros de viaje que caminamos hacia una verdad ineludible

"Somos, los unos para los otros, peregrinos que a lo largo de caminos diversos penamos con destino a la misma cita"

Esta semana quiero compartirles , este pequeño libro escrito por Antoine de Saint-Exupéry, mismo creador de la historia “El Principito”, el cual nos relata en Carta a un rehén tres vivencias de amistad, unión y respeto del hombre por el hombre a pesar de sus diferencias

Si difiero de ti, lejos de menoscabarte, te engrandezco, Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho, necesariamente, indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas. Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.

Aquí les presento una parte de esta gran obra:


Para nosotros, que nos educamos en el culto del respeto por el hombre, pesan gravemente los simples encuentros que tienen lugar a veces, en fiestas maravillosas...

¡Pero qué parentesco tan extraño es éste que se funda en el futuro y no en el pasado, en el fin y no en el origen! Somos, los unos para los otros, peregrinos que a lo largo de caminos diversos penamos con destino a la misma cita.

Por esta razón, amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego. A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mi mismo, en esa cita que será la nuestra.

¡Estoy tan cansado de polémicas, de exclusividades, de fanatismos! En tu casa puedo entrar sin vestirme con un uniforme, sin someterme a la recitación de un Corán, sin renunciar a nada de mi patria interior. Junto a ti no tengo ya que disculparme, no tengo que defenderme, no tengo que probar nada. Como en Tournus, hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbre, de amores particulares. Si difiero de ti, lejos de menoscabarte, te engrandezco. Me interrogas como se interroga al viajero.

Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo necesidad de ir allí donde soy puro. Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho, necesariamente, indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas. Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga? Si recibo a un amigo en mi mesa, le ruego que se siente, si renguea, no le pido que baile.

Amigo mío, tengo necesidad de ti como de una cumbre donde se puede respirar. Tengo necesidad de acodarme junto a ti, unas vez más a orillas del Saona, sobre la mesa de una pequeña hostería de tablones desunidos, y de invitar allí a dos marineros en cuya compañía brindaremos en la paz de una sonrisa semejante al día.

Si todavía combato, combatiré un poco por ti. Tengo necesidad de ti para creer mejor en el advenimiento de esa sonrisa.

                                                                                                   Saludos ... José Zitle