PENSAR ANTES DE ENVIAR

¿Alguna vez enviaste un mensaje de correo electrónico rápidamente y luego lamentaste haberlo hecho? ¿O escribiste palabras que podrían no expresar lo que realmente querías transmitir?, ¿O recibiste un mensaje que te hizo hervir la sangre? ,¿O lo peor enviaste un correo al remitente equivocado? ; Las probabilidades indican que sí te ocurrió. Estos son algunos consejos para mantener tu bandeja de entrada libre de correspondencia rabiosa.

El correo electrónico es una herramienta increíblemente útil, pero también es una herramienta mayormente impersonal. El trabajar aislado en tu equipo portátil sin un contacto cara a cara puede llevar a una amplia variedad de problemas de comunicación.

De hecho, cómo nos comunicamos depende con frecuencia de si interactuamos físicamente o si realizamos nuestro contacto a través del correo electrónico. La gente con frecuencia ‘dice’ cosas a través del correo electrónico que nunca le diría a alguien en la cara.

Esto es particularmente obvio para cualquiera que alguna vez haya recibido un mensaje de correo electrónico irritante, vergonzante u ofensivo.

Sin ninguna expresión facial, entonaciones de la voz u otras claves, es fácil malinterpretar un mensaje de correo electrónico. ¿La intención era directa, irónica o humorística? Hasta una oración tal como ‘hiciste un excelente trabajo hoy’ puede asumir mil sentidos diferentes, dependiendo de quién la escribió, y cómo se sintió la persona en ese momento.

Para el escritor, que raras veces, o ninguna, puede ver al remitente al que lo destinaba, no existe un bloqueador social en el lugar para mediar este comportamiento. Si estaba enojado, molesto, o simplemente no le importaba, no había nada en el lugar que les impidiese expresarse a sí mismos completamente.

Aunque no hubiesen tenido la intención abierta de ofender, lo que pueden asumir que es inocente, hasta divertido, puede llegar como maleducado, condescendiente e insultante.

Existen sin embargo unos pocos consejos rápidos que pueden mantenerte tranquilo bajo presión, ya sea que sientas la necesidad de contestar un correo a alguien .

Antes de enviar

1. Siempre piensa dos veces
Ok, estas enojado o molesto por un correo que recibiste y decides contestarle de la misma forma. Escribe tu mensaje de respuesta al correo electrónico. Guárdalo. Léelo. Ve a tomar un café. Léelo nuevamente. Luego hazte la gran pregunta: ¿realmente vale la pena enviarlo? Las probabilidades indican que no.

2. Que sea claro
Recuerda que cada uno va a interpretar las cosas de manera diferente. Las bromas, imágenes y comentarios inapropiados pueden ofender verdaderamente.

3. Ponte en el lugar del lector
Piensa en las cosas que no te gusta recibir en un mensaje de correo electrónico. Por ejemplo, ¿la gente siempre está gritando las cosas IMPORTANTES en mayúsculas, utilizando cientos de abreviaturas y emoticones, enviando adjuntos grandes? Si no le gusta recibir ciertas cosas, ¿por qué enviárselas a otros?

4. Verifica la lista ‘Enviar a’ antes de mandarlo
Créelo o no, no todos quieren leer tus mensajes de correo electrónico y justamente tú podrías estar enviando tus pensamientos cáusticos acerca de alguien a todos.

5. Se educado
Ya sea en tu escritorio o escribiendo un mensaje desde tu teléfono, el decir ‘hola’ y ‘gracias’ puede marcar una gran diferencia.

6. Resiste la tentación
Sí, se dijo algo. Sí, quizá te criticaron. Quizás a ti se te envió un mensaje con copia en un intercambio entre un colega y tus amigos. Cómo responda a continuación dirás todo acerca de ti. Recuerda, una vez que se dice algo, no te podrás retractar.

7. Ve el Punto 1.

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